WordCamp Europe, ‘haciendo del mundo un lugar mejor’

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WordCamp Europe, ‘haciendo del mundo un lugar mejor’

Cuando Matt Mullenweg, cofundador de WordPress, dijo eso de ‘hacer del mundo un lugar mejor’ no pudimos evitar pegar un pequeño respingo. Esa frase, utilizada de forma reiterativa en la serie de televisión ‘Silicon Valley‘ para ironizar sobre la autopercepción que la comunidad tecnológica estadounidense tiene de su papel en el mundo, cobraba vida en la WordCamp Europe celebrada el pasado fin de semana en Sevilla. Y lo hacía nada menos que de boca de la persona cuyo nombre es sinónimo de WordPress. La ironía, en ese escenario, probablemente sólo estaba en nuestras cabezas, pero sirvió para concienciarnos de nuestra propia percepción sobre nuestro papel en la comunidad WordPress, ejemplarizada en las 1.000 personas llegadas de todas partes del planeta, desde Nueva Zelanda a Sudáfrica, para trabajar, aprender, compartir y, quizás, hacer del mundo un lugar mejor o, al menos, con webs mejores.

El dúo Pasquino, ya acreditados y con la camiseta oficial de la WordCamp Europe.

El dúo Pasquino, ya acreditados y con la camiseta oficial de la WordCamp Europe.

Este artículo, pues, no pretende desgranar el valioso (para nosotros, sin duda) conocimiento adquirido en la WordCamp Europe, sino ofrecer nuestra particular visión del evento y de nuestro papel en el mismo. Era nuestro primer WordCamp y las expectativas eran tan altas como difusas. Como herramienta en código abierto para crear webs, WordPress crece y evoluciona de la mano de una comunidad dispersa, plagada de microempresarios y microempresas, con un puñado de grandes compañías liderando un proceso que funciona como un ecosistema, con sus reglas, sus pruebas y errores y sus éxitos (no en vano el 24% de todas las webs del mundo están realizadas con WordPress). ¿Forma Pasquino parte de ese ecosistema? Esta fue la pregunta que nos rondó por la cabeza todo el fin de semana. Y digirido ya el evento aún no tenemos clara la respuesta.

Ejemplo de microempresa, desde 2009 la principal actividad de Pasquino es implementar páginas web a partir de plantillas de WordPress. No diseñamos webs, no escribimos código, no somos ni diseñadores ni desarrolladores, los dos roles dominantes en el WordCamp. Periodistas reinventados, en parte, como estrategas de comunicación digital, vemos WordPress como una herramienta para contar una historia y conseguir un objetivo comunicativo. Y nos declaramos verdaderos fans de esta herramienta, tan maleable, tan versátil y tan viva. Nos permite ofrecerle a nuestros clientes lo que necesitan sin necesidad de saber escribir código o diseñar webs. ¿Nos convierte esto en parte de la comunidad WordPress o en clientes de ella? ¿Colaboramos en eso de ‘hacer del mundo un lugar mejor’?

Los dos miembros de Pasquino, con nuestras camisetas corporativas, en la primera jornada de la WordCamp Europe.

Los dos miembros de Pasquino, con nuestras camisetas corporativas, en la primera jornada de la WordCamp Europe.

Cabe decir que tras nuestro paso por la WordCamp nuestra autopercepción no ha salido de la zona gris y que seguimos sintiendo la ironía de ‘Silicon Valley’. Esto último quizás sea herencia del cinismo que se atribuye al periodista y nuestra indefinición quizás sea reflejo de lo encontrado en Sevilla. Vaya por delante que la WordCamp ha sido una experiencia fantástica y que todas las ponencias y actividades, en mayor o menor medida, han sido muy interesantes. Pero, a título personal, vamos a cometer la osadía de proponer algo más de orden y mucho más debate. Orden en el sentido de estructurar los circuitos de conferencias en las tres áreas que, a nuestro juicio, podrían englobar WordPress: desarrollo, diseño e implementación. En esta última sección entran algunas de las charlas a las que asistimos en Sevilla, como las relativas a legislación, privacidad, ética o email marketing. Y debate en el sentido tradicional de mesas redondas. El pautado tiempo destinado a la ronda de preguntas del público se quedó muy corto en algunas ocasiones, en las que se generaron interesantísimos debates que darían para congresos. Pero quizás las dos charlas que mejor ejemplarizan a lo que nos referimos con implementación fuesen la de email marketing y, sobre todo, la de accesibilidad. En ambas se abordó WordPress como una herramienta de comunicación y se propusieron acciones para sacarle partido en uno u otro sentido. Incluso se mencionó el posicionamiento web (tan ausente, en nuestra opinión) cuando la ponente de accesibilidad, Rian Rietveld, dijo uno de los títulares del WordCamp: “Google es ciego y sordo”. Puestos a pedir, también echamos de menos las descripciones de muchas ponencias en el programa, algo que junto a títulos más sugerentes que informativos convirtió algunas citas casi en citas a ciegas.

El director de Pasquino, Antonio Sangiao, trabajando en un descanso de la WordCamp.

El director de Pasquino, Antonio Sangiao, trabajando en un descanso de la WordCamp.

En lo que no hubo ni zonas grises ni ausencias fue en la organización del WordCamp, a la que podrían aplicarse todos los calificativos que se nos ocurran de excelente para arriba. Días antes de irnos a Sevilla leíamos un artículo que bajo el título ‘WordCamp… los mejores 40 euros que jamás gastarás como entusiasta de WordPress‘ desgranaba las bondades de estas reuniones. Las entradas al evento costaban efectivamente 40 euros, ya de por sí una cifra baja para una cita internacional del ámbito tecnológico. Pero, tras dos intensos días de ponencias, parecen la propina. Y no sólo por la calidad de los ponentes o por tener la ocasión de preguntarle a Matt Mullenweb lo que quisieras, sino por los beneficios adicionales: desayuno, cafés de media mañana y media tarde, comida buffet (y de calidad, por supuesto, que esto es España), fiesta con copas incluidas y regalos a mansalva (camisetas, gorras, sombreros, cantimploras para llevar siempre agua -que con más de 40 grados en el exterior del centro de convenciones hacía mucha falta-, protector solar…), además de los obsequios de las compañías (principalmente de hosting) presentes en el congreso (más camisetas, bolígrafos, libretas, descuentos, abanicos, mochilas y hasta ¡calcetines!). Efectivamente, 40 euros más que recuperados.

La mesa de Pasquino, a rebosar de regalos de la WordCamp.

La mesa de Pasquino, a rebosar de regalos de la WordCamp.

Con las maletas a rebosar de regalos y conocimientos en el viaje de vuelta, lo que no trajimos fueron respuestas claras. Nos sentimos, casi siempre, parte de la comunidad WordPress, aunque a veces la veamos un poco desde una esquina y otras veces nos vengamos arriba pensando que podemos ofrecer una visión global del mundo web. Y seguimos sin tener claro eso de que con nuestro trabajo hagamos del mundo un lugar mejor. Intentamos, eso sí, mejorar los mundos particulares de nuestros clientes y de sus propios clientes con webs útiles, bonitas, usables, accesibles. Escuchar a Matt Mullenweg decir lo que podría ser una línea de guión de una ácida comedia nos provocó una sonrisa y, al mismo tiempo, cierta sorpresa al reconocernos como parte de un colectivo que usa ese tipo de frases. Pero lo cierto es que WordPress sí ha mejorado nuestro micromundo y el WordCamp Europe ha mejorado (y mucho) nuestro fin de semana, así que quizás esa expresión no sea tan irónica después de todo.
 
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La foto de Matt Mullenweg forma parte de la galería de fotos oficial de la WordCamp Europe 2015.
 
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